Comentario al libro “El beso de
judas” de Joan Fontcuberta
Capitulo IX “La escritura de las
apariencias”
El autor nos dice
al inicio de este capitulo que llamamos fotografía a la fotografía, probablemente
porque William Henry Fax Talbot tenia poco conocimiento del griego, por lo cual
uso el prefijo Fos en lugar de el mas
correcto “Fàos”, así que la traducción literal de fotografía vendría siendo
“escritura de las apariencias”, dato curioso que da pie a este capitulo, en el
que empezamos con el tema de “la cultura de la suposición”, algo que es
sumamente común el día de hoy en las noticias, en las que una imagen (o también
video) tiene al pie de la foto la palabra “supuesto”. Por lo que tenemos una
foto que muestra algo que es nada, el que la publica no puede confirmar su
veracidad, así que como lo dice el autor “se lava las manos” y al lector se le
presenta algo que es pura duda. Entonces la foto es pura invención afirma
Fonctuberta.
Enseguida
prosigue el texto, con ejemplos de artistas que han hecho uso de el fotomontaje
para insertar a alguien o a ellos mismos en fotos documentales de carácter
histórico, introduciéndose hábilmente en la imagen, nos hacen reflexionar sobre
la duda constante con la que tenemos que observar la fotografía, pero es en el
ultimo ejemplo en que se da con Laura Baigorri, quien en unas serie de fotos en
las que se ha introducido ella misma, aparece una imagen en la que no ahí
ningún truco, simplemente es ella realmente en esa foto. Hay que dudar de todo
pero no por ello rechazar todo, concluye Fontcuberta.
Ahora sobre “la
realidad”, se nos da un ejemplo de un fotógrafo, Jaume Muntaner, quien gano un
premio de fotoperiodismo por una foto de una novia huyendo de la boda,
posteriormente se da el escándalo de que la foto corresponde a un acto
“planificado” porque es una puesta teatral, de una compañía que juega con la
idea de confundir al publico entre lo real y lo ficticio, por lo que se le
retira el premio. ¿Pero no es la realidad una gran puesta teatral? Reflexiona
Fountcuberta, y creo que no ahí pensar mucho en esto, porque muchos de los
acontecimientos que nos rodean son simples actos teatrales, para un ejemplo
simplemente tenemos que ver cualquier acto político, ¿así o mas teatral?
Finalmente
regresamos al tema sobre el que ha tratado todo el libro, que la foto no
captura lo “real”, y si no lo hace entonces no existe tal cosa como la
“falsificación”. Si en una foto se borran personajes que el sistema político ya
no considera aceptable mostrar o se realiza un fotomontaje para retratar al el
moustro del lago Ness, ¿es mas falso que otras fotos de carácter documental
que, han logrado evitar ser “descubiertas” por la conciencia colectiva?
El final del
capitulo y también del libro a mi entender, es una invitación a el uso de la fotografía
como una herramienta de la que ya no se tenga la intención de obtener una
imagen de lo “real” si no, que como una pintura, a través de la interpretación
de los elementos, produzcamos la realidad, como el Guernica.