martes, 20 de octubre de 2015

Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta Capitulo IX “La escritura de las apariencias”



Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta

Capitulo IX “La escritura de las apariencias”

El autor nos dice al inicio de este capitulo que llamamos fotografía a la fotografía, probablemente porque William Henry Fax Talbot tenia poco conocimiento del griego, por lo cual uso el prefijo Fos en lugar de el mas correcto “Fàos”, así que la traducción literal de fotografía vendría siendo “escritura de las apariencias”, dato curioso que da pie a este capitulo, en el que empezamos con el tema de “la cultura de la suposición”, algo que es sumamente común el día de hoy en las noticias, en las que una imagen (o también video) tiene al pie de la foto la palabra “supuesto”. Por lo que tenemos una foto que muestra algo que es nada, el que la publica no puede confirmar su veracidad, así que como lo dice el autor “se lava las manos” y al lector se le presenta algo que es pura duda. Entonces la foto es pura invención afirma Fonctuberta.

Enseguida prosigue el texto, con ejemplos de artistas que han hecho uso de el fotomontaje para insertar a alguien o a ellos mismos en fotos documentales de carácter histórico, introduciéndose hábilmente en la imagen, nos hacen reflexionar sobre la duda constante con la que tenemos que observar la fotografía, pero es en el ultimo ejemplo en que se da con Laura Baigorri, quien en unas serie de fotos en las que se ha introducido ella misma, aparece una imagen en la que no ahí ningún truco, simplemente es ella realmente en esa foto. Hay que dudar de todo pero no por ello rechazar todo, concluye Fontcuberta.

Ahora sobre “la realidad”, se nos da un ejemplo de un fotógrafo, Jaume Muntaner, quien gano un premio de fotoperiodismo por una foto de una novia huyendo de la boda, posteriormente se da el escándalo de que la foto corresponde a un acto “planificado” porque es una puesta teatral, de una compañía que juega con la idea de confundir al publico entre lo real y lo ficticio, por lo que se le retira el premio. ¿Pero no es la realidad una gran puesta teatral? Reflexiona Fountcuberta, y creo que no ahí pensar mucho en esto, porque muchos de los acontecimientos que nos rodean son simples actos teatrales, para un ejemplo simplemente tenemos que ver cualquier acto político, ¿así o mas teatral?

Finalmente regresamos al tema sobre el que ha tratado todo el libro, que la foto no captura lo “real”, y si no lo hace entonces no existe tal cosa como la “falsificación”. Si en una foto se borran personajes que el sistema político ya no considera aceptable mostrar o se realiza un fotomontaje para retratar al el moustro del lago Ness, ¿es mas falso que otras fotos de carácter documental que, han logrado evitar ser “descubiertas” por la conciencia colectiva?

El final del capitulo y también del libro a mi entender, es una invitación a el uso de la fotografía como una herramienta de la que ya no se tenga la intención de obtener una imagen de lo “real” si no, que como una pintura, a través de la interpretación de los elementos, produzcamos la realidad, como el Guernica.

Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta Capitulo VIII “Verdades, ficciones y dudas razonables”



Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta

Capitulo VIII “Verdades, ficciones y dudas razonables”

Este capitulo inicia con una anécdota, en la cual Franco concede una entrevista y al final de esta le muestra al periodista unas fotografías que supuestamente le comenta, son de Guernica, a lo cual el periodista reacciona horrorizado, pero es en ese momento cuando Franco le muestra que las fotos no son de Guernica, sino de otra ciudad. Este ejemplo funciona para que el autor ilustre como la foto nos cautiva por su aparente mimesis de la realidad (y creo que es correcto decir que el grueso de la gente cree en forma ciega en esto), pero en el momento que el dictador español revela que estas fotos no son lo que inicialmente se dijo que eran, nos da una muestra en palabras del autor de que “Las fotografías no se encargan de corroborar nuestra verdad o de asentar nuestro discurso sino exclusivamente de cuestionar las hipótesis en que otros puedan fundamentar su verdad. “. Por otro lado esta el ejemplo de Picasso y su cuadro de Guernica, el cual no tienen nada que ver con una representación “real” del bombardeo pero logra transmitir  dicho acto con gran efectividad. Bajo estas dos ideas es que Fontcuberta parte para hablar de la fotografía digital, y el trabajo documental, sobre esto menciona como para los puristas esto pudiera ser una degeneración de la imagen al poder ser esta fácilmente alterada, pero no es así, porque como yo entiendo esta parte del texto, así como un cuadro es una interpretación que hace el autor de algo, la foto también lo es, y si en la pintura se pueden acentuar los colores y alterar las formas para lograr un mensaje, ¿Por qué en la fotografía no?

Esta primera parte del texto resulta bastante interesante en el sentido de que claramente ya fue rebasada esta etapa por la tecnología ( aquí aun se menciona el CD-ROM), y parece que autor escribe a modo de profecía sobre el software de manipulación de imágenes en cuanto a que: “Su divulgación y asimilación entre un público profano terminaría con el mito de la objetividad fotográfica (no tanto por la técnica de manipulación informática en sí como por la brutalidad con que se impondría la facilidad de esta manipulación): desacreditada la fotografía como testigo fiable, la credibilidad ya no descansaría en las cualidades intrínsecas de la tecnología, sino en el fotógrafo como autor.” Siento que esto aun no se a convertido en realidad del todo, quizás la gente es mas conciente de que una foto no es “real” en automático, recordemos la clásica frase de que algo es “photoshopeado”, pero también encontramos los ejemplos de fotos sacadas de su contexto original e insertadas en otro para posteriormente ser desmentidas por alguien que reconozca la foto en el entorno en el que originalmente se publico. Sin embargo lo más interesante es como menciona Fontcuberta en cuanto el software de manipulación de imágenes, el cual actualmente es de fácil uso y acceso. Sin embargo tengo la sensación de que lejos de escandalizarnos por ello, simplemente lo hemos aceptado como algo normal en nuestras vidas.

Este capitulo entonces habla de que no existe acto humano que este exento de manipulación, creer que la fotografía documental esta libre de esto e intentar crear reglas para protegerla de dicho acto, puede llevar al acto autoritario de juzgar que tipo de foto es correcta y cual incorrecta. Para concluir, al final del texto, se habla de algo que resulta inquietante, como la gente al ser confrontada con la posibilidad de la manipulación de imagen, prefiere mantenerse en su pasiva rutina.

martes, 13 de octubre de 2015

Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta Capitulo VII “La tribu que nunca existió”



Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta

Capitulo VII “La tribu que nunca existió”

En el inicio de este capitulo se nos habla de como en 1966 en una isla de las Filipinas, un cazador nómada dio con una tribu de unos 20 individuos a los que llamaron los tsaday, “los hombres de la selva”, los cuales vivían aislados de la sociedad y tal cual auténticos hombres primitivos. Esto causo todo un furor mediático, se designo un área natural protegida en la zona que habitaban y el National Geographic les dedico una portada y una serie de artículos, todo esto suena muy espectacular, salvo por el detalle de que todo fue mentira, la zona que esta tribu habitaba tenia acceso controlado, pero un momento de turbulencia política fue aprovechada por el periodista filipino Joey Lozano y el antropólogo suizo Dr. Oswald Iten para entrar a buscar a la tribu, descubriendo que todo era un engaño, la supuesta tribu no existía, eran habitantes de la isla que habían sido forzados a actuar para las cámaras.  La razón de este engaño, fue para crear una pantalla de humo, para desviar la atención de los actos represivos del gobierno del entonces presidente de las filipinas Ferdinand Marcos.

Esta historia fue tomada como cierta en su momento, por el uso que se hizo de la imagen y el echo de que la cámara fotográfica y de video es vista por la gente como aparatos tecnológicos que retratan lo “real” (el autor no lo menciona en un inicio, pero el que el National Geographic hubiera publicado la historia le dio una legitimidad institucional a este engaño). Aquí entra lo que autor llama el “Teorema del pato”, esa frase que todos conocemos de que “si parece pato, tiene plumas como pato, nada como pato y hace como un pato, entonces lo mas probable es que sea un pato”, pero acabamos de ver un buen ejemplo de que no siempre es así

A partir de esta historia Fontcuberta nos habla de la manipulación de la imagen, de la idea que se llega a tener de que hay una “fotografía directa” y una “fotografía manipulada”, pero ¿bajo que parámetros? , el autor concluye a mí entender que estas dos descripciones de la fotografía no existen. Esto porque el simple acto de manipular la cámara fotográfica, valga la redundancia, ya es manipulación de la imagen..
Continúa el autor con la manipulación en la fotografía, que se puede entender como el acto de hacer que cambie el contenido original de la imagen através del retoque, el reencuadramiento y el fotomontaje. El fotomontaje a mi parecer es la idea que me resulta más interesante y Fontcuberta los divide en 2: el fotomontaje narrativo y el fotomontaje simbólico.
El primero falsea las circunstancias en las que acontece el acto que como su nombre lo indica, quiere narrar, pero si finalmente se intenta lograr un cometido a través de la manipular la imagen, ¿el resultado es falso?.
El fotomontaje simbólico, construye ficticios, como se hacia con las maquetas para las películas, aquí yo creo que cuando nos enfrentamos a una ficción creada, siempre vamos a tener la sensación de que no es real.
Y se menciona una tercera forma de manipulación que considero que es la mas maliciosa, es el que afecta el contexto, se pone el ejemplo de cómo se uso una foto de el derrame petrolero de el Exxon Valdez como si fuera de los campos petroleros de Kuwait incendiados en la guerra del Golfo Persico. Esto resulta bastante inquietante porque es algo que vemos continuamente en los medios pero sobre todo últimamente en las redes sociales y por lo general mucha gente lo toma como cierto.

Al final del capitulo el autor narra como creo una instalación sobre un pueblo ficticio, presentándola con todos los protocolos y formas que tiene una exposición sobre alguna cultura antigua en un museo. Esto da una reflexión muy perturbadora de cómo tendemos a dar por cierto las cosas si cumplen con ciertos aspectos que las legitimen, como depositamos una fe ciega en la tecnología y en las instituciones. Y el autor concluye: “Hacer creer consiste, pues, en controlar los mecanismos de manipulación (de creación). La conciencia adulta, madura y democrática debería ser capaz de corresponder con el mismo grado de dialéctica.” Sin embargo mi experiencia personal me dice que efectivamente debería de, pero realmente no es así

Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta Capitulo VI “La ciudad fantasma”



Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta

Capitulo VI “La ciudad fantasma”

Tomar fotos de la ciudad y sus ruinas, la demolición y reconstrucción, la transformación de un lugar que nos es familiar o simplemente nos resulta interesante, y la inevitable carga social que va a tener, por que obviamente la ciudad es donde habita la sociedad. Esto es lo que yo entiendo de lo que nos habla Fontcuberta en el inicio de este capitulo, como el acto de fotografiar la ciudad da paso a visiones, a ideologías y tratamientos, todo esto enfocado a hablar de manera intima y personal de el moustro que habitamos, pero sobre todo las ruinas, la fascinación de estas.
El autor escribe sobre esta idea de la demolición, de tirar y levantar: “La ciudad está en ruinas pero también su imagen le acompaña en el apocalipsis. Con la fragilidad y la erosión de su firmeza, la imagen se hace necesariamente trompe l'oeil.”, entonces las ruinas y la ciudad son una engaño visual, porque las ruinas también llevan el fantasmas de el edificio que fue y el pasado. Creo que no se explicar bien ese sentir, pero creo que lo que autor quiere decir se entiende mejor con los dos ejemplos que pone, de un lado a Martí Llorens quien usando la tecnica de la Calotipia, fotografio la demolición de un barrio, por otro lado a Hiroshi Sugimoto, con una serie de fotos de teatros convertidos en sala de cine, en la que retrata la sala y la película con una exposición que dura lo mismo que el filme proyectado, y el resultado de cada una es como menciona Fontcuberta :“En Llorens el mundo de ayer se proyecta y se desvanece en el mundo de hoy; en Sugimoto no hay ayer ni hoy ni mañana.”

A continuación, en el texto se hace una defensa de el uso de “medios y de una estética ya "superada" ” como podría pensar quien crea en la “realidad” fotográfica y la perfección técnica, pero esta forma de ver a la foto es lo que a debatido a lo largo de los pasados 5 capítulos el autor. No existe tal cosa como “realidad” en la foto, por lo tanto usar una tecnica antigua, por las cualidades que esta nos proporcione para lo que queremos decir, es totalmente valido, la técnica es una herramienta para un fin, no el medio.

Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta Capitulo V “Los peces de Enoshima”



Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta

Capitulo V “Los peces de Enoshima”

Hay una tradición en Japon, nos comenta el autor, en la que los pescadores de la localidad de Enoshima seleccionan algunos de los pescados resultados de su actividad laboral del día, los entintan y los presionan sobre una hoja, donde anota su precio. Esto lo compara con la publicidad a la que todos estamos acostumbrados, la cual como ya sabemos, busca agrandar, exagerar, convertir en objeto del deseo a el producto, una foto de un pescado en un anuncio de estos, no va a ser el objeto real, porque la imagen va a estar sujeta a una serie de ediciones que la convierten en algo que ya no es el original. En cambio los peces de Enoshima son todo lo contrario, son una copia análoga, pero mas que nada una huella del producto anunciado, con lo cual no ahí manipulación. El autor plantea esto diciendo “debemos interrogarnos si la huella no constituye el tipo de imagen que más nos acerca a lo real, la que más obstinadamente dificulta la tergiversación.”. Yo creo que esto si pude ser cierto, en la búsqueda de una representación “real” puede que la huella sea lo que mas se le aproximara, no la foto.

Esta cuestión de las huellas, Fontcuberta las divide en dos: la “huella directa” como seria el caso de los peces de Enoshima y “huella diferida” que son los anuncios, por dar un ejemplo. Aquí el autor hace una comparación en el dibujo figurativo, en la cual dice que es una huella, la que deja el roce del grafito con el papel, pero  en ella ahí una serie de trazos configurados que aspiran a darnos a entender algo, y lo contario a esto serian los frottage de Max Ernst, que es prácticamente lo mismo que los peces de Enoshima.
Y aquí es interesante esta idea porque entonces si yo dibujo un objeto, por más empeño que ponga en crear una imagen “real” no va a dejar de ser una interpretación de esta, pero un frottage si va a lograr ser una huella mas “real” del objeto, aun que este sujeta a la interpretación personal, esta se ve limitada por las características de la técnica.
Lo mismo aplica a la foto, pero esto no quiere decir que esta se encuentra destinada a solo ser una “huella diferida” si no también, nos plantea cómo la fotografía sabiendo emplearla, también puede convertirse en una “huella directa”, esto através del fotograma, al cual lo equipara con el frottage. Ya que este es  “el registro de la pura sombra, la inscripción automática del contorno del objeto”.

Finalmente, para mi este tema da mucho en que pensar, porque también podría uno reflexionar que es lo que realmente me representa a mi como individuo, que tipo de huellas voy dejando a través de las fotografías de mi persona, y que además dejo en la sociedad mediante, las redes social, si estas son las “huellas diferidas”, cuales son las “huellas directas” y ¿entonces eso es lo que me describe como persona?

Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta Capitulo IV “Videncia y evidencia”



Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta

Capitulo IV “Videncia y evidencia”

La idea inicial en este capitulo inicia con la comparación entre la escritura y la foto, ya que ambas intentan preservar nuestra memoria, o mas adecuadamente, trascender nuestra propia capacidad natural de memoria. Este asunto para el ser humano es algo sumamente importante, ya que como el autor lo menciona, “Tanto nuestra noción de lo real como la esencia de nuestra identidad individual dependen de la memoria”, y esto pensando un poco, es bastante cierto, como un ejemplo que me viene a la mente sobre este asunto, es la película “El hombre sin pasado” de Aki Kaurismäki, donde se plantea este asunto de ¿Qué somos si perdemos la memoria?
Sin embargo otro de los usos de acto de recordar, es que podemos seleccionar los momentos felices, de esta forma podemos “de forma ilusoria detener el tiempo y con ello ilusoriamente la muerte”.
Pero si el recordar es importante, igualmente lo es el poder olvidar, bien lo ejemplifica Fontcuberta con un libro de Robert Silverberg, mostrándonos que si no fuéramos capaces de olvidar, probablemente no podríamos ser felices.
La fotografía entonces, es para olvidar, porque al fotografiar constantemente cada acontecimiento que consideramos importante, “resaltamos unos hechos para postergar los intervalos anodinos y tediosos que fatigan el espíritu.”. Entonces fotografiar es una extensión de nuestra memoria, al tomar una foto, almacenamos una imagen, pero también estamos olvidando las anteriores.

El texto tiene una segunda parte, en la que se habla de el transito de la fotografía como “evidencia, a “videncia”, porque al recibir constantemente imágenes, estas “preceden a la realidad”. Como yo entiendo esta ultima, parte, la fotografía se ha vuelto parte de nuestra memoria, por eso al ver en persona algo que con anterioridad ya hallamos conocido através de una foto, puede que nos llevemos una gran sorpresa, al esta no ser como la “conocíamos”, porque al ser la foto una extensión de nuestra memoria, lo que terminamos buscando es el “recordar” en esos lugares, no conocerlos.

martes, 6 de octubre de 2015

Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta Capitulo III “Elogio del vampiro”



Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta

Capitulo III “Elogio del vampiro”

Oliver Wendell Holmes en 1861 califico a la fotografía como "un espejo con memoria", y esta idea cuajo con mucha fuerza. Esto lo marca Fontcuberta recién inicia el capitulo, a continuación menciona que en la idea de la foto como espejo, al espejo se le han dado una fuerte carga simbólica, en la que este nos devuelve algo, como puede ser la verdad, la sinceridad o el contenido del corazón. Pero los espejos también invierten la realidad, la deforman, le dan una función, y entonces si se equipara con la foto, esta también tiene estas funciones.

Con este planteamiento el autor pone 2 ejemplos de personajes míticos que tienen relación con los espejos: Narciso y el vampiro, uno esta enamorado de su reflejo, el otro no lo tiene. Esta idea la traslada a los fotógrafos, por un lado pone a Diane Arbus, con sus fotos de freaks, de inadaptados a los cuales retrata y se vuelven en su fin, la imagen para ella es un fin en si mismo, no un medio, entonces es como Narciso. Por otro lado Fontcuberta menciona a Cindy Sherman, quien con sus falsos autorretratos plantea que solo somos un producto cultural y para ella la foto es la ilustración de un discurso artístico, entonces es solo un medio para llegar a un fin, es un vampiro de la foto. Esto lo sigue ejemplificando con dos autores más, Daniel Canogar y Keith Cottingham, pero creo que mas halla de describir su obra, lo importante en ellos dentro de esta cuestión de los “vampiros” es que nuevamente hacen uso de la foto como un medio para expresarse, no un fin, en este caso el fin es ejemplificar el divorcio entre la imagen y el objeto.

Finalmente desde mi punto de vista este es el elogio al vampiro, su capacidad para quita ese peso que tiene el objeto en la fotografía.

Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta Capitulo II “Pecados originales”



Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta

Capitulo II “Pecados originales”

Recién inicia el capitulo, Fontcuberta nos dice que “todo mensaje tiene una triple lectura: nos habla del objeto, nos habla del sujeto y nos habla del propio medio”. Estas tres facetas, prosigue, no se encuentran necesariamente equilibradas entre ellas, y en el caso de la fotografía, esta se encuentra bajo la tiranía del objeto. Por lo tanto, el autor marca que los planteamientos de orden artístico y critico sobre la fotografía van a partir de la misma premisa, ósea el objeto, da varios ejemplo, como el de John Szarkowski quien piensa que "la historia de la fotografía es la historia de lo fotografiable", lo cual obviamente nos habla de una visión en la que todo gira en torno al objeto.

Ahora con esto se parte a la cuestión de si la foto plasma a la naturaleza tal cual como es, ósea “verdadera” a diferencia de la pintura, que se tiene por entendido que es un trabajo de interpretación, pero esto lo resuelve Fontcuberta con una anécdota, en la cual no se le permitió en una ocasión tomar una foto por motivos religiosos, ya que era una fecha en la que no se debía trabajar según la tradición Judía. Por lo tanto razona que si la foto es un trabajo entonces no es “el lápiz de la naturaleza”, si no una actividad que tiene filtros culturales e ideológicos, ósea que en ella también habita el sujeto y el medio, como lo menciona en el principio. Siendo así, entonces va a tener como señala el autor a continuación, características que se le otorgaran a partir de las situaciones culturales en las que se desenvuelva el trabajo de la  fotografía, como pueden ser funciones místicas, mágicas, de colonización y resistencia culturan, como queda ejemplificado con Tasunke Witco mejor conocido como Caballo Loco, cuya negativa que tuvo a ser fotografiado a lo largo de su vida puede ser vista como un acto de rechazo a un invasor.

Pero también la cámara fotográfica es un objeto agresor, física y psicológicamente, plante un problema de seguridad, de copyright, de incomodidad, de intimidad, motivos por los que en determinados momentos puede ser prohibida la foto. A mi entender, todo esto viene a ser lo que el autor llama “signos de identidad” de la fotografía y equipara con la idea de el “pecado original”, y es con la que concluye el capitulo, que todo fotógrafo debe de aceptarlos y trabajar sobre ello o dedicarse a otra cosa.

Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta



Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta
Introducción

Este es un texto corto, aquí el autor plantea de manera muy simple y concisa el tema sobre el que va a girar el libro, y este es la “verdad” en la fotografía. El auto lo ejemplifica con la foto de su propia hija en la incubadora, en la que el bebe es suyo y de su esposa, porque así lo han decidido, y aun que como menciona, si se hubiera llegado a equivocar la enfermera a la que pidió el favor de tomar la foto y recién nacido no fuera la del suyo, habrían quedado igual de complacidos. Entonces, como yo lo entiendo, si creo en que lo que veo es real, por lo tanto se vuelve verdad. Recuerdo un caso hace varios años, una imagen de una revuelta en una manifestación en Venezuela, un hombre saca un arma y la descarga, algunos lo presenta como si este estuviera disparando contra los manifestantes por el ángulo de la toma, pero otra toma revela que desde otro ángulo este esta disparando hacia una calle vacía, posiblemente contra un francotirador.

Fontcuberta concluye que  “Toda fotografía es una ficción que se presenta como verdadera.”, y de ahí hace la analogía que le da el nombre a su libro, en la cual marca que “La fotografía actúa como el beso de Judas: el falso afecto vendido por treinta monedas.