martes, 6 de octubre de 2015

Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta Capitulo II “Pecados originales”



Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta

Capitulo II “Pecados originales”

Recién inicia el capitulo, Fontcuberta nos dice que “todo mensaje tiene una triple lectura: nos habla del objeto, nos habla del sujeto y nos habla del propio medio”. Estas tres facetas, prosigue, no se encuentran necesariamente equilibradas entre ellas, y en el caso de la fotografía, esta se encuentra bajo la tiranía del objeto. Por lo tanto, el autor marca que los planteamientos de orden artístico y critico sobre la fotografía van a partir de la misma premisa, ósea el objeto, da varios ejemplo, como el de John Szarkowski quien piensa que "la historia de la fotografía es la historia de lo fotografiable", lo cual obviamente nos habla de una visión en la que todo gira en torno al objeto.

Ahora con esto se parte a la cuestión de si la foto plasma a la naturaleza tal cual como es, ósea “verdadera” a diferencia de la pintura, que se tiene por entendido que es un trabajo de interpretación, pero esto lo resuelve Fontcuberta con una anécdota, en la cual no se le permitió en una ocasión tomar una foto por motivos religiosos, ya que era una fecha en la que no se debía trabajar según la tradición Judía. Por lo tanto razona que si la foto es un trabajo entonces no es “el lápiz de la naturaleza”, si no una actividad que tiene filtros culturales e ideológicos, ósea que en ella también habita el sujeto y el medio, como lo menciona en el principio. Siendo así, entonces va a tener como señala el autor a continuación, características que se le otorgaran a partir de las situaciones culturales en las que se desenvuelva el trabajo de la  fotografía, como pueden ser funciones místicas, mágicas, de colonización y resistencia culturan, como queda ejemplificado con Tasunke Witco mejor conocido como Caballo Loco, cuya negativa que tuvo a ser fotografiado a lo largo de su vida puede ser vista como un acto de rechazo a un invasor.

Pero también la cámara fotográfica es un objeto agresor, física y psicológicamente, plante un problema de seguridad, de copyright, de incomodidad, de intimidad, motivos por los que en determinados momentos puede ser prohibida la foto. A mi entender, todo esto viene a ser lo que el autor llama “signos de identidad” de la fotografía y equipara con la idea de el “pecado original”, y es con la que concluye el capitulo, que todo fotógrafo debe de aceptarlos y trabajar sobre ello o dedicarse a otra cosa.

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