martes, 13 de octubre de 2015

Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta Capitulo V “Los peces de Enoshima”



Comentario al libro “El beso de judas” de Joan Fontcuberta

Capitulo V “Los peces de Enoshima”

Hay una tradición en Japon, nos comenta el autor, en la que los pescadores de la localidad de Enoshima seleccionan algunos de los pescados resultados de su actividad laboral del día, los entintan y los presionan sobre una hoja, donde anota su precio. Esto lo compara con la publicidad a la que todos estamos acostumbrados, la cual como ya sabemos, busca agrandar, exagerar, convertir en objeto del deseo a el producto, una foto de un pescado en un anuncio de estos, no va a ser el objeto real, porque la imagen va a estar sujeta a una serie de ediciones que la convierten en algo que ya no es el original. En cambio los peces de Enoshima son todo lo contrario, son una copia análoga, pero mas que nada una huella del producto anunciado, con lo cual no ahí manipulación. El autor plantea esto diciendo “debemos interrogarnos si la huella no constituye el tipo de imagen que más nos acerca a lo real, la que más obstinadamente dificulta la tergiversación.”. Yo creo que esto si pude ser cierto, en la búsqueda de una representación “real” puede que la huella sea lo que mas se le aproximara, no la foto.

Esta cuestión de las huellas, Fontcuberta las divide en dos: la “huella directa” como seria el caso de los peces de Enoshima y “huella diferida” que son los anuncios, por dar un ejemplo. Aquí el autor hace una comparación en el dibujo figurativo, en la cual dice que es una huella, la que deja el roce del grafito con el papel, pero  en ella ahí una serie de trazos configurados que aspiran a darnos a entender algo, y lo contario a esto serian los frottage de Max Ernst, que es prácticamente lo mismo que los peces de Enoshima.
Y aquí es interesante esta idea porque entonces si yo dibujo un objeto, por más empeño que ponga en crear una imagen “real” no va a dejar de ser una interpretación de esta, pero un frottage si va a lograr ser una huella mas “real” del objeto, aun que este sujeta a la interpretación personal, esta se ve limitada por las características de la técnica.
Lo mismo aplica a la foto, pero esto no quiere decir que esta se encuentra destinada a solo ser una “huella diferida” si no también, nos plantea cómo la fotografía sabiendo emplearla, también puede convertirse en una “huella directa”, esto através del fotograma, al cual lo equipara con el frottage. Ya que este es  “el registro de la pura sombra, la inscripción automática del contorno del objeto”.

Finalmente, para mi este tema da mucho en que pensar, porque también podría uno reflexionar que es lo que realmente me representa a mi como individuo, que tipo de huellas voy dejando a través de las fotografías de mi persona, y que además dejo en la sociedad mediante, las redes social, si estas son las “huellas diferidas”, cuales son las “huellas directas” y ¿entonces eso es lo que me describe como persona?

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